Casas del perro en La Habana se encuentran vacías

Un usuario reportó que las casas del perro ubicadas en La Habana no cuentan con ningún tipo de productos a diferencia de otros tiempos

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Sergio, vecino del habanero barrio de El Vedado, se quejó: «Mi intento de almuerzo terminó en la basura». Caminó kilómetros por la capital cubana haciendo compras navideñas y no logró encontrar algo para comer en pleno mediodía de este jueves 23 de diciembre.

Llegó a la Casa del Pan con Perro de 23 y 16 (perteneciente a la empresa estatal capitalina de Gastronomía y Comercio). Pagó 16 Pesos Cubanos (CUP) por un hotdog, uno que distaba grandemente del producto que se expedía hace unos años en la misma cadena comercial.

Contó: «Lo único que tenía buen sabor era la mostaza. El pan duro y viejo, y la salchicha con sabor a tierra, ¡por eso aquí no entra nadie a comer nada!»

El establecimiento estaba completamente vacío, y cuando Sergio logró atraer la atención de una dependiente y le preguntó por la calidad de la elaboración, ella le contestó: «Están viniendo así, yo sé que no están muy buenas y por eso me tomo el trabajo de pasarlas por una sartén y dorarlas un poco, pero es que ni eso. Lo siento mucho».

Cuando estas casas del perro se inauguraron, hace poco más de una década, su servicio fue muy buen recibido por la clientela y por mucho tiempo después, los habaneros esperaban en largas colas para adquirir sus panes y sus demás ofertas.

Alfredo, residente en Playa, relató sobre esto: «La calidad del pan y la salchicha era muy buena, en todas las mesas había catshup y mostaza original para que cada uno le pusiera al gusto».

Precisó: «Aquel día me comí tres panes, realmente estaban muy sabrosos, encima cada plato venía acompañado por una pequeña guarnición de snacks de jamón, las Pellys o chips de papas fritas».

Allí también se vendían latas de refresco TuKola, frías y por 10 CUP.

Sergio lamentó este jueves que allí no «había nada para tomar. Lo otro que vendían era croqueta a 2 pesos y hambergue al plato en 5. Hay que dispararse esto seco».

Encima, al cubano le molestaron los muchos carteles oficialistas (con tono triunfalista) que exhibía la cristalería del lugar: «Mucha propaganda política anunciando 63 eneros de victorias y todo eso, pero yo lo que veo aquí es más una derrota».

Con informaci´ón de CubaCute.

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