El agua puede ocasionar los peores daños en una propiedad

Las inundaciones es uno de los desastres más costosos para los propietarios de viviendas. Al entrar el agua a una casa puede producir incontables daños ya sea en la propia estructura en todos sus sistemas.

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Imagine ¡Ni que Dios lo quiera! que su suelo de madera permanece durante dos días bajo el agua. Cuando saque el barro y el agua acumulada, ¿qué habrá quedado ahí debajo?

Las tablas retorcidas, el sistema eléctrico dañado por completo, las paredes destrozadas, el aire acondicionado estropeado, los muebles inservibles, los electrodomésticos averiados, los colchones para tirar, la comida echada a perder.

Después de una inundación usted tendrá que tirar muebles, electrodomésticos, pertenencias personales dañadas. Limpiar con agua limpia a presión el suelo y las paredes. Encargar la renovación y revisión del sistema eléctrico, ya que los enchufes estarán humedecidos e inservibles. Una de las tareas más tediosas es deshumidificar la casa. Una operación que llevan a cabo empresas especializadas que, durante varios días, colocan una especie de ventiladores en aperturas estratégicas en las pareces para evitar que crezca el moho tóxico, sobre todo allá donde no llega la vista.

Usted intentará salvar la máquina del aire acondicionado, tendrá nuevos muebles, reparar el jardín, la terraza, sacar el lodo de la piscina, reparar las bombas de agua, los filtros y los aspersores del patio.

Como puede apreciar no hay bolsillo, modesto y ni mediano que aguante la embestida de una inundación. Lo correcto es que adquiera un seguro que le permita navegar las turbias aguas que llegan para arrasar con todo sin previo aviso.