Incendio en Cuba y la precariedad de sus infraestructuras

La tragedia del incendio que comenzó el viernes, cuando un relámpago cayó sobre un tanque que forma parte de una planta almacenadora de combustible, con un total de ocho enormes depósitos.

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Poco después de que las aterradoras imágenes del incendio en Matanzas dieran la vuelta al mundo, las interpretaciones, las teorías conspirativas y las culpas políticas se extendieron por Internet. ¿Quién era responsable de la tragedia que ha dejado al menos un muerto, 16 desaparecidos y un centenar de heridos?

«Nunca se pueden descartar accidentes de este tipo en ninguna parte del mundo», afirma el politólogo alemán Bert Hoffmann en entrevista con DW. Sin embargo, cuando es necesario ahorrar en mantenimiento, aumenta la probabilidad de defectos técnicos, añade Hoffmann, director de la oficina de Berlín del Instituto alemán de Estudios Regionales GIGA, con sede en Hamburgo.

Incendio en Cuba

Según se sabe hasta el momento, en Matanzas falló el sistema de pararrayos, lo que indica una posible falta de mantenimiento. «Durante muchos años, la inversión en el mantenimiento de las infraestructuras de todo tipo ha sido insuficiente. Las divisas son escasas y se utilizan para otras cosas además del mantenimiento. Esto se puede ver en los edificios deteriorados de La Habana, pero también en todo el sector productivo. Con el tiempo, la infraestructura se debilita y es más susceptible de sufrir defectos», constata Bert Hoffmann.

«Se trata de un accidente trágico. Eso parece evidente», afirma Ted Henken, profesor de sociología y estudios latinoamericanos de la Universidad de Nueva York. «Sin embargo, un rayo no debería provocar una crisis de esta magnitud, porque debería haber sistemas de protección en lugares donde se guarda el petróleo», añade Henken.

Cuba vive actualmente una profunda crisis económica y energética, con extensos apagones que desde hace meses afectan a distintas zonas de la isla -y desde agosto también a La Habana-, a veces con hasta 10 horas consecutivas sin servicio de electricidad. Los cortes eléctricos, ocasionados por fallos y roturas en las anticuadas plantas termoeléctricas, la falta de combustible y los mantenimientos programados, son cada vez más frecuentes en el país.

La escasez afecta de forma notable a la vida diaria y amplifica el descontento social en Cuba. Ya el pasado año, los apagones fueron una de las razones detrás de las protestas antigubernamentales del 11 de julio de 2021, las mayores en décadas, a juicio de los analistas. Sin embargo, Bert Hofmann no cree que los apagones o la escasez general lleven a una nueva ola de protestas contra el régimen cubano. «Parece que hay menos ánimo de protesta que de resignación», dice.

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