Lo que debe saber antes de autorizar a su hijo a tomar el volante

Parte del desarrollo natural de la vida familiar es que los hijos adolescentes comiencen a conducir. Claramente, la mayoría aprende en el auto de los padres.

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En nuestros países de origen, esto no es problema, nos buscamos un campito o un área despoblada y le damos el timón al niño. Pero aquí no funciona así.

En el estado de Florida existen unos requerimientos legales para que los teenagers se puedan sentar del lado del conductor.

En primer lugar, los jóvenes tiene que adquirir una licencia de aprendizaje. Para ello, deben tener, como mínimo 15 años y contar con el consentimiento de sus padres, que los autorizan al firmar una planilla llamada en inglés Parental Consent Form.

Aun falta más, se exige que el menor pase un curso sobre Leyes de Tráfico y Abuso de Sustancias, que apruebe un examen de visión y audición y además, que se examine de conocimiento Class E Knowledge, en inglés.

Una vez reunido todos estos requisitos, el joven puede salir a conducir al mundo real, en compañía de un adulto.

La mayoría de las compañías de seguro no requiere que el joven sea incluido en la póliza hasta que no obtenga la licencia de conducir, pero hay algunos seguros que exigen que se les comunique. Lo recomendable es hablar con su agente y explicarle que su hijo está aprendiendo en el auto asegurado y que usted desea saber si esto tiene alguna repercusión en el contrato.

Si usted es de los que tiene un deducible alto, hay truco que le puede ahorrar algo de dinero. Durante el período de aprendizaje de su niño, usted puede bajar al mínimo los deducibles de su contrato, aumentando la prima mensual. Si por casualidad tiene algún accidente o algún golpe de importancia, que sea el seguro quien asuma la mayor parte de los arreglos.
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