¿Por qué necesito un seguro dental?
Algunas personas dudan sobre las ventajas de contratar seguro dental. Comparan los beneficios que les proporciona tener una cobertura dental en el peor escenario con las desventajas de estar descubierto y, a simple vista, no parece haber mucha porque, según piensan, “en la mayoría de los casos, los descuentos del plan superan por muy poco el precio de la factura de un tratamiento de alguien no asegurado”.
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Consideran que, en el mejor escenario, “tal vez en un año no necesiten ningún tratamiento y solo asistan al dentista para las dos limpiezas profilácticas de rigor y someterse a las revisiones programadas”. Por consiguiente, el costo de la prima anual podría superar a la factura que pagaría por los mismos servicios un paciente carente de seguro.
La conclusión rápida es que, en el peor escenario, la ventaja de estar asegurado es mínima y, cuando todo marcha bien, no tiene ninguna ventaja. Entonces, no vale la pena tener un seguro dental.
Pero esta conclusión no es del todo correcta. Aunque aparentemente no haya mucha diferencia entre estar asegurado o no, aquellas personas que viven de su cheque, mes a mes y no tienen dinero en su cuenta de ahorro, sí tienen ventajas al contar con un seguro dental.
En el peor escenario, en caso de sufrir una dolencia grave, tendrían que pagar el tratamiento usando una tarjeta de crédito. Tenga total certeza que los intereses del crédito se comerán la aparente ventaja de no haber pagado por una prima de seguro dental. Otra desventaja es que su salud oral estará en peores condiciones por no haber asistido a las limpiezas preventivas que incluye cualquier seguro dental. Lo más seguro es que requerirá prolongados y costosos tratamientos.
Pero si usted puede ir a su dentista y pagar varios miles de dólares por un tratamiento, sin recurrir al crédito, el seguro dental no es para usted.
