Se realizó una campaña mundial con la etiqueta #ElonBuyCuba para que el multimillonario Elon Musk le preste atención a lo que sucede en Cuba
UniVista TV Web
Los cubanos posicionaron en Twitter la etiqueta #ElonBuyCuba con el fin de llamar la atención del empresario sudafricano Elon Musk, quien llegó a un acuerdo para comprar esa red social en 44 mil millones de dólares.
«Claro que Elon no va a comprar Cuba. Se trata de que el dueño de Twitter se entere de que en Cuba hay una dictadura, y se pronuncie. Lo cual le daría a nuestra causa la mayor visibilidad hasta ahora vista», señaló una de las personas que se sumó a la campaña virtual.
La tendencia comenzó a hacerse viral luego que Musk cerrara un trato con Twitter y se hiciera con la red social, lo que se convirtió en noticia a nivel mundial porque la persona más rica del planeta sería el único dueño de una de las plataformas virtuales más famosas y usadas por políticos, empresarios, artistas y ciudadanos de todas las tendencias ideológicas.
«La libertad de expresión es la base de una democracia funcional, y Twitter es la plaza pública digital donde se debaten asuntos vitales para el futuro de la humanidad», dijo Musk en un comunicado, lo que sirvió a algunos cubanos de pretexto ideal para lanzar un mensaje sobre la violación de ese y otros derechos en la isla.
«Para que exista libertad de expresión, no se discrimine más a las personas por su forma de pensar», escribió un internauta.
Por su parte, otros manejaron el tema con cierta dosis de humor, mostrando al régimen como una entidad capaz de negociar con un empresario una importante suma de dinero, que les permita salir de la crisis que vive Cuba.
«Ni siquiera debe ser legal, pero si el Sr. Musk le ofrece al consejo de estado la misma suma que pagó por Twitter estoy casi seguro de que al menos lo consideran», subrayó un usuario.
Sobre la misma línea de lo absurdo, un cubano pidió una suma de dinero por la parte que le corresponde del país, aunque no aclaró si se trata de propiedades privadas.
«Oficialmente te ofrezco comprar la parte que me corresponde de Cuba, podemos negociar un precio de 50¢ por km2, espero tu contraoferta», manifestó con ciertos aires de humor e ironía.