La organización de las Grandes Ligas Miami Marlins Co. está en un grave aprieto con el exilio cubano del sur de la Florida, debido a los acontecimientos vinculados con el juego de pelota entre Estados Unidos y Cuba durante la semifinal del V Clásico Mundial de Béisbol.
El evento deportivo tuvo lugar en el LoanDepot Park, ubicado en la Pequeña Habana, donde la comunidad de cubanos en el exilio planeó reunirse con carteles, pancartas y camisetas con mensajes en contra de la dictadura castrista y exigiendo la libertad de los presos políticos.
En redes sociales fueron múltiples las denuncias de cientos de cubanos a los cuales la seguridad del estadio les impidió pasar con carteles o accesorios que los Marlins consideraron ofensivos, pero que iban dirigidos hacia la dictadura y no en contra de los peloteros.
Ante esta situación, Los Pichy Boys emitieron un comunicado donde anunciaron que decidieron poner en pausa su relación de trabajo con los Marlins.
“Lo que pasó ayer en el Parque de Pelota nos llena de profunda tristeza, ya que todos fuimos testigos de cómo empleados en uniforme con el logotipo del equipo impedían la entrada de cubanos al parque con carteles y camisetas pidiendo Libertad, y en algunos casos acosaban e intimidaban a otros fans dentro del Parque con removerlos de las instalaciones según algunos mensajes que recibimos y videos que se vieron online”.
En ese sentido, reprocharon las incongruencias de los directivos del club, pues “las noches de Cuban Heritage canta Willy Chirino, ponen Patria y Vida, toman cafecito, en fin son más cubanos que nunca”.
“Era anoche cuando tenían que sacar la cara por nosotros. Por este exilio que los hizo y los mantiene, parece mentira estando en La Pequeña Habana, tener que entrar con un T-Shirt de Cuba Libre escondido en los calzoncillos”.
Por lo tanto, decidieron que “hasta no recibir una respuesta firme y contundente de su parte, consideren nuestra relación profesional y como fanático en pausa”.
La dirigencia del club se escudó diciendo que esos controles de seguridad son exigencias de los organizadores del evento.
“La política del Clásico Mundial de Baseball, establecida mucho antes del inicio del torneo, prohíbe los mensajes políticos en todos los juegos y en todas las instalaciones para centrar la atención en la competencia en el terreno (…) Por una solicitud de Los Marlins, quedó claro que mensajes de ‘Patria y Vida’ no entraban en la categoría de comentario político y debían ser admitidos, y así fue”.