¿De qué sirve clasificar los huracanes en categorías?

Hace 30 años, la madrugada del 24 de agosto, varias ciudades del sur de Florida fueron arrasadas por el huracán Andrew. Un meteoro que alcanzó la Categoría 5 en la escala de huracanes, rompiendo a su paso miles de vivienda en el área de Homestead y Florida City.

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Según la Agencia Nacional de Océanos y Atmósfera -NOAA, en inglés-, Andrew destruyó 49.000 viviendas en Miami-Dade, cuyos daños superaron los 26.000 millones de dólares.

¿Qué criterios se tienen en cuenta para clasificar a los huracanes y cómo nos afectan las distintas categorías?

Antes de alcanzar la clasificación de huracán, lo primero que se observa es un sistema tormentoso llamado Depresión Tropical, cuyos vientos no superan las 38 millas por hora.

Cuando la velocidad del viento asciende al rango de 39 y 73 millas por horas, este fenómeno recibe el nombre de Tormenta Tropical.

La denominación huracán comienza cuando los vientos superan las 74 millas por hora de forma sostenida.

Se considera un huracán Categoría 1, cuando sus vientos se mueven entre 74 y 95 millas por hora. Puede afectar el tendido eléctrico. Cuando alcanzan la Categoría 2, la fuerza oscila entre 96 y 110 millas por hora. A este nivel pueden afectar los techos de las casas.

En la Categoría 3 el espiral de viento rota sobre las 111 millas hasta 130 millas por hora. En este momento, las olas del mar pueden alcanzar los 10 pies de altura. Un fenómeno de esta magnitud puede causar daños estructurales y arrancar grandes árboles.

Se denomina Categoría 4, cuando los vientos giran entre las 131 millas por hora y las 155. Las olas superan los 15 pies de altura y la fuerza del viento puede causar daños severos en las viviendas, arrancar los árboles.

A partir de las 155 millas por hora estamos hablando de un huracán Categoría 5, como Andrew. Este es el máximo nivel de peligro. Las olas asociadas a este fenómeno pueden alcanzar los 20 pies de altura. Un Categoría 5 puede destruir todas las estructuras que se encuentra a su paso, viviendas, negocios, cualquier edificación está en peligro.

Las distintas categorías ayudan al público a tomar decisiones correctas. Si en el parte meteorológico advierten que viene un huracán categoría 3,4 ó 5, lo más probable es que usted deba evacuar a su familia hacia un lugar seguro.

Entre tanta calamidad, la mejor noticia es que el daño ocasionado por estos fenómenos atmosféricos suele estar cubierto por el seguro de propietario. Excepto si la causa del daño fue una inundación. Para ello necesita una cobertura específica.

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