Un hombre de Hialeah Gardens, identificado como Osmani Amarales, de 51 años, fue detenido por el Departamento de Policía de Miami-Dade por ser el presunto responsable de un incendio provocado en una vivienda de esa ciudad.
Local 10 informó que el sospechoso habría firmado un contrato para adquirir la propiedad en febrero de 2020 y, como parte del acuerdo, entregó una cantidad de 20.000 dólares al vendedor.
Al comenzar la fase crítica de la pandemia de la COVID-19, su negocio sufrió graves pérdidas y se vio obligado a retirarse del acuerdo. Para no perder dicho depósito, habría decido ocasionar el siniestro.
Según los reportes de la investigación sobre este caso, los bomberos arribaron al lugar unos minutos después de las 11:00 p.m. del 20 de abril de 2020 para sofocar las llamas. En la revisión de los daños encontraron que el garaje había sido abierto con una palanca de metal amarillo de 42 pulgadas, que estaba tirada en el lugar.
Ese hallazgo despertó la sospecha de un incendio provocado de manera intencional. Al comenzar a indagar sobre el origen de esta herramienta, la policía rastreó que su venta ocurrió en el Home Depot ubicado en 13895 W. Okeechobee Road.
Las autoridades revisaron los contenidos captados por las cámaras de vigilancia del lugar, y en una de las tomas vieron a una persona parecida a Amarales comprando la palanca con una tarjeta de débito.
Al ser interrogado, el sospechoso se mostró sorprendido tras ver fotografías de la compra, y no respondió a ninguna pregunta adicional. Finalmente, fue capturado por ser presunto responsable de los cargos de incendio provocado y conspiración para cometer incendios.
Amarales fue trasladado al Centro Correccional Turner Guilford Knight, donde estuvo bajo custodia hasta el pago de una fianza de 17.500 dólares para que atienda a su proceso judicial en libertad.
Si el hombre es encontrado culpable por el delito de incendio provocado, su sentencia dependerá del daño ocasionado y si el fuego puso en riesgo o causó lesiones a alguna persona. Amarales podría recibir una condena de cinco a 30 años de privación de la libertad, además de una multa entre los 5.000 y 10.000 dólares.
Los incendios que se originan por accidente no son considerados como hechos provocados, a menos que haya habido negligencia y se hubieran podido evitar.